"Ahora, sólo ahora, lo veía. No podía dejar de pensar en su sonrisa, siempre triste, en su aroma, sus palabras, sus ojos llenos de melancolía. Y se le formó un nudo en la garganta. ¿No iba a volverlo a ver? ¿Qué había hecho ese humano con ella? ¿Por qué él, entre todas las personas que había conocido en su vida, era quien ocupaba sus últimos pensamientos?

[...]

No quería devolverle el favor por su ayuda, no quería que luchara por ella... Sólo quería una sencilla cosa... Desde lo más profundo de su corazón no había querido llegar a casa nunca, porque quería quedarse con él para siempre. Porque sólo tenía que haber escuchado su corazón...     ...porque ella lo amaba.

Y de repente todo fue una tranquila soledad. Un frío vacío en el que se desvaneció su mente, y su cuerpo dejó de existir.

Y soñó con él."

Libro: La canción de la Princesa Oscura.